Se caracteriza por un alto sentido de la justicia. Líder nato.
Su crecimiento pasa por aceptar la imperfección.
Cierra los ojos y piensa en esas personas que han ejercido su liderazgo desde el silencio consciente (Mahatma Gandhi).
Que se han sentado, desde su crecimiento y humildad, a mirar a los ojos del mendigo como si fuera un rey, EsCUCHÁNDOLO.
Y después han hablado frente a cientos de personas y no ha hecho falta pedir silencio en ningún momento.
Un Uno centrado es un LiDER humilde, un servidor nato y un ejemplo para los demás.
El Uno se hace grande cuando deja atrás la IrA para transformarla en SeRENIDAD y no se erige como CaBEZA única de su ÉxITO, sino que lo comparte con sus Mentores y desde ahí es feliz de poder AyUDAR a los demás con admiración.
Un Uno equilibrado es fiable y responsable. Se toma el trabajo desde el compromiso y cumple los horarios, dando así seguridad a los demás. Sabe también escuchar las necesidades del que pide ayuda sin interpretarlo desde el ego y respetando su herida de nacimiento (fuente de su Eneatipo).
Se centra cuando se acerca al 7 y desarrolla su capacidad de estar de buen humor, reírse y hacer cosas divertidas y se descentra cuando se mimetiza con su 4 interior y aflora su carácter amargado, manifestando que los demás le decepcionan una y otra vez.
Un Uno centrado ya no verbaliza la visión de sí mismo como una persona que mejora su entorno con su esfuerzo y sus valores éticos y morales.
Deja de manipular a los demás insistiendo en que compartan sus criterios. Ya no teme ser visto como malo, corrupto o defectuoso y deja de destacar la maldad, la corrupción o los defectos de los demás.
Un Uno equilibrado se deja en paz a si mismo y a los otros y acepta que puede ser espontáneo, sin realizar esfuerzo al hablar desde la ira en forma de envidia.
Lo mejor del Uno llega cuando acepta lo que es y fluye con la corriente de la vida.
